VIA: CELEBRACIÓN DE ENVÍO DE MAYLIS A CAMERÚN

Maylis, animada por la fuerza de la generosidad y la solidaridad...

Después de compartir y caminar junto a Maylis cuatro meses de formación, llegó el momento de la celebración de envío. La comunidad de Pessac de las Hijas de la Cruz nos acogió junto con las novicias africanas que con música y alegría ya estaban haciendo presente al pueblo que la acogería.

Cerca de unas veinte personas se hicieron presente en la celebración virtual, hermanas de las Siervas de María de Anglet, Compasionistas e Hijas de la Cruz. De distintos rincones del mundo fueron testigos de la luz especial que brillaba ese día en su rostro. No podemos olvidar mencionar que los distintos acentos y culturas presentes han sido nuevamente una de las manifestaciones de la fuerza y riqueza de nuestro caminar en Alianza. 

Juntas, hemos sido testigos nuevamente de la disponibilidad de los jóvenes voluntarios de VIA, pero esta vez ha sido una joven maestra la que, a pesar de cierto temor por el calor, a los insectos y a lo desconocido, ha decidido partir.

Pero ¿por qué ha partido? ¿Por qué ha dedicado sus vacaciones de verano a una experiencia solidaria? Porque se siente animada por la fuerza que da la generosidad y la solidaridad; porque ese temor ha sido transformado en confianza para ser enviada y ser para otros y otras una bendición; porque se ha dejado conducir por esa voz interior (que los cristianos llamamos "Espíritu Santo") y que siempre nos impulsa a vivir experiencias inolvidables, aunque al principio tengamos que dar un salto de fe.

Hace unos días, Maylis ha llegado Camerún y ha sido acogida con mucho cariño por la comunidad de las Hermanas Compasionistas. La anima el deseo de ir al encuentro de los niños y jóvenes, de enseñarles a leer, escribir y jugar, pero también tiene la certeza que aprenderá mucho de ellos y junto a ellos en estos 30 días de experiencia en el lugar.  

En esta segunda etapa de voluntariado, acompañemos a Maylis con nuestra oración para que el Espíritu la siga sorprendiendo con maravillosos encuentros donde el Reino se siga haciendo presente en el cuidado de lo pequeño y lo frágil que tiene fuerza de vida y transformación.  

Karina