El 27 de marzo, celebramos la fiesta del Padre Cestac, una ocasión de lo más alegre para todos, y en preparación de la fiesta, cada semana de marzo, se publicarán en línea pequeñas reflexiones. ¡Le deseamos una buena preparación!
Ahora que el Papa Francisco propone a toda la Iglesia un "Año de la Familia", volvamos nuestra mirada al Beato Padre Cestac, para quien la familia ocupó un lugar tan importante en su vida y en su obra.
"La familia -escribe el Papa Francisco- es el lugar de la formación integral...de la maduración personal. En la familia se cultivan los primeros reflejos del amor y la conservación de la vida." (Laudato Si' - n. 213)
El padre Cestac vivió una auténtica vida familiar, en la que pudo florecer la riqueza de su naturaleza. En sus notas, escribió a María: "Pusiste en la familia un afecto, una confianza mutua que nos hizo felices a todos." (Itinerario Mariale, p.123)
Escuchémosle hablar de los afectos de su madre: "¡Mi pobre madre! ¡Era tan buena! Me quería tanto, con tanta ternura." (Carta, 1855)
y lazos fraternales, con su hermana menor Élise: "Yo era su hermano y su padrino; ella estaba unida a mí como hermana y como ahijada. Me quería con un afecto increíble, pero un afecto sencillo, familiar, fácil, como se quiere en una familia unida." (I.M., p.102)
¿Y nosotros?
¿Queremos vivir, allí donde estamos, los valores centrales y sencillos de cualquier vida familiar?
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