PIDE SOLO MI ESPÍRITU

Nuestra Señora de Buglose... 

El 19 de julio de 1838 es un día importante en la vida de los Siervas de María, pues fue a los pies de Nuestra Señora de Buglose que nuestro Buen Padre, Louis-Edouard Cestac, recibió la primera gracia inaugural, la iluminación especial de María "Pide solo mi espíritu".

En 1837, dos jóvenes prostitutas acudieron a él en busca de protección. Estaba buscando una casa en el campo. Visitó varias casas en Ustaritz, Saint-Pé y Hasparren. Ninguna de ellas era adecuada, por una u otra razón, y siempre faltaba dinero: "Caminaba a ciegas en el vacío", decía el Padre Cestac.

Para ver las cosas más claras, peregrinó por primera vez en su vida a Notre Dame de Buglose, el principal santuario de Landes, donde se venera a la Virgen María desde el siglo XV. San Vicente de Paúl nació no muy lejos de allí, en Pouy (actual municipio de Saint-Vincent-de-Paul). La peregrinación mariana era, pues, también una peregrinación vicentina.

El Padre Cestac acudió allí el 19 de julio de 1838, con motivo de la fiesta de San Vicente de Paúl. Viajó de Bayonne a Dax en coche, y luego siguió a pie hasta el santuario, en medio de los pinos. Tenía la intención de pedir a la Virgen María el dinero necesario para su proyecto (50.000 francos). Pero, dirá: "Me cerraste la boca y me hiciste escuchar esta palabra, tan digna de ti y de tu grandeza, oh mi divina Madre: “Pide sólo mi espíritu”.

Fue una palabra interna nueva. Esta palabra, recibida en el corazón, iluminada, indicaba una disposición de ánimo a mantener, pero no daba la solución. No tiene que preocuparse: la obra no es suya; sólo está al servicio de la obra de Dios, de la obra de María.