La Cuaresma es la gran oportunidad que la Iglesia nos ofrece para convertir realmente nuestro corazón a Dios. Y esto es algo que sólo Dios mismo puede hacer en nosotros si nos dejamos transformar por Él. La conversión es un don de Dios. Lo único que nosotros podemos hacer es dejarnos transformar por el Espíritu. Un tiempo de gracia que Dios nos concede como un regalo
La celebración del Miércoles de Ceniza nos invita hoy a una profunda revisión de nuestra vida, de nuestras actitudes y criterios de comportamiento; a iniciar un serio proceso de conversión.
En su mensaje de Cuaresma publicado el martes 25 de febrero, el Papa Francisco retoma el tema del Jubileo, "Peregrinos de Esperanza", para invitar a toda la Iglesia a la conversión. Cada cristiano debe tomar conciencia de su situación de peregrino y caminar con los demás hijos de Dios hacia la "gran promesa": la vida eterna.
Lea la carta completa del Papa Francisco...
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