Día tras día con el padre Cestac: SEPTIEMBRE
SEPTIEMBRE: la Cruz
1. No son las “cruces de honor” las que ambiciono sino cruces que sean verdaderos frutos de la vida eterna.
2. El alma no puede de ninguna manera, desprenderse de la tierra y avanzar hacia el cielo si no es por las cruces y las pruebas.
3. Recibamos las cruces con un vivo reconocimiento, son la marca segura de que la obra es de Dios.
4. Las cruces son mi más dulce consuelo.
5. Cruz por un lado, consuelo por el otro. Usted tiene la cruz y ciertamente es la mejor parte.
6. Recuerde que, a pesar de las apariencias debemos estar siempre preparados para recibir la cruz. La cruz es y será siempre nuestra herencia.
7. Pidan sobre todo a nuestra buena Maestra, que nos obtenga de su divino Hijo, la gracia de llevar debidamente nuestras cruces y de seguir, sin desviarnos, el camino de los designios de Dios.
8. Usted lleva esta buena y amable cruz que a veces pesa a nuestra naturaleza, pero que forta-lece al hombre interior y lo prepara para el cumplimiento perfecto de todos los designios de Dios.
9. A menudo Dios permite las pruebas y las penas para dar lugar a ejercer nuestra confianza y manifestar las bondades y vigilancia de su divina Madre.
10. La cruz es la compañera inevitable de la vida. Hay que llevarla generosamente, con amor.
11. En las cruces hay tres gracias: nos purifican, nos hacen merecedores del cielo y mantienen en nosotros la vida de fe, desprendiéndonos de la vida presente.
12. Es necesario sufrir en la vida. ¡Pero cómo se es feliz al sufrir! Sí, feliz quien se renuncia, quien lleva la cruz y camina siguiendo a Jesús.
13. ¿Acaso se asombran al tener cruces? Pero es el camino de las almas que marchan sobre las huellas de Nuestro Señor.
14. La intensidad del amor a Dios se mide por la grandeza del amor a las cruces.
15. Cuanto más alto es el edificio más profundos deben ser los cimientos y los cimientos son las cruces y las pruebas.
16. Las cruces y las pruebas son el sello más seguro de las obras santas. Y toda obra que no pasa o no ha pasado por grandes tribulaciones no puede dar grandes esperanzas.
17. Sean cuales fuesen las cruces, por más amenazadoras que parezcan, hay en el cielo una mano poderosa que sabrá frenar las oleadas de tribulaciones y pruebas.
18. Nuestra muy amable Maestra tiene el cuidado de no dejarnos nunca sin una cruz. Pero no es menos admirable que al lado de la cruz su mano maternal se hace sentir siempre.
19. ¡La señal de la Cruz! Sí, ésta señal tiene una inmensa influencia sobre la existencia de la vida cristiana.
20. Lleve su cruz con resignación abandonándose a nuestra divina Madre. Ella es la consoladora de los afligidos, no lo dejará mucho tiempo en la aflicción.
21. Usted comenzó por la prueba, es este el verdadero comienzo de las obras divinas.
22. Las cruces son necesarias ya que no conviene que las Siervas sean mejor tratadas que la Maestra.
23. Las mayores cruces son el anuncio, el preludio y a veces el medio de las mayores gracias.
24. Estoy plenamente convencido de que no es sino por las pruebas y las cruces que una obra puede consolidarse y alcanzar frutos de gracia y de consuelo.
25. Después de los combates, las cruces y las pruebas… la felicidad del cielo.
26. Vale más la persecución y las cruces, ya que no hay mejor lecho que la cruz para allí encontrar la paz del alma y gustar el verdadero reposo del corazón.
27. San Vicente de Paúl es uno de nuestros patronos. Hace tiempo que tengo el honor de ir todos los años a visitar y celebrar el Santo Sacrificio en el lugar donde nació.
28. El camino de las cruces es el camino al cielo y el amor a la cruz es también el camino de la felicidad y de la paz sobre la tierra. ¿Por qué buscaríamos otro?
29. Hacer la obra de Dios y andar en los caminos de su Santísima Madre sin llevar la cruz y las cruces, es algo imposible.
30. Es por la Cruz que nuestro divino Salvador ha salvado al mundo; es al pie de la Cruz que su Madre ha cooperado a su redención, por consiguiente todo lo referido a esta Madre debe llevar su sello.