De jovencita, no he tenido otro premio a final de curso que el de dibujo y pintura. ¿Quién no se acuerda de la inevitable hoja de plátano en otoño vestida de maravillosos colores, verdes, amarillos, rojos y marrones y los que me paso que debíamos pintar sobre papel "Canson"… Había que entregar, sin remedio “la obra maestra” a la Maestra para decorar las paredes de la clase.
He llegado a una edad avanzada, que la denominan: edad en la que se vuelva a la infancia, heme aquí, ahora fotógrafa, para mi mayor placer, a falta de gran pintora…
Arte - Belleza - Naturaleza: DIOS está aquí en los senderos floridos de Notre Dame. Cuadros admirables que nos ofrece la naturaleza. Es gratuita esta exuberancia, únicamente tenemos que abrir los ojos y Contemplar.
En los tortuosos y viejos muros que bordean los caminos terrosos, guijarrosos y arenosos, la vida está ahí, encantadora. Las florecitas rosas lilas, azules, blancas que se les llama amablemente las "discretas" se muestran llenas de ternura. El musgo, los líquenes, los especiales amarillos-verdosos, forman un telón de fondo. Es muy bueno pensar en un Dios discreto, amante y que se goza con los pequeños. Las lagartijas encuentran ahí su morada y languidecen al sol. ¡Shht! No hagáis ruido.
Es hermoso, y una se dice, Dios ama lo pequeño, los Pequeños, un Dios discreto, presente en el fondo de los corazones.
Los jardines nos ofrecen sus flores variadas y sus perfumes. Los pinos, la serenidad y descubrimientos sorprendentes de guijarros que parecen llegados del mar como pequeños cuadros gravados.
Un alto muro de viejas piedras ennegrecidas queda todavía en el camino que va hacia Latchague, erizados con trozos de vidrio de botellas de antaño. Protección efímera de otro siglo. Ese muro nos ofrece una crestería de colores luminosos con la puesta del Sol, espectáculo- luz que no hay que dejar pasar.
En invierno la nieve cubre todas las cosas, se hace silencio, nos engloba, cerramos los ojos ofuscados con tanta claridad, la paz baja a nosotras… ¿No es eso la Divina Presencia?
El viejo muro de piedras se encuentra recubierto de grafitis, por desgracia de poco valor, que nos hace penetrar en el momento actual, borrando un tanto la vista y la vida.
Pero hoy, Notre Dame du Refuge os acoge en lugares que os hablan. ¡Buen paseo!
(Anglet-2020)