ENTRE CIELO Y TIERRA

Notre Dame du Refuge, Casa Madre de nuestra Congregación 

Puerto de paz, de descanso

    donde el que llega puede respirar en lo más profundo de si mismo,

    donde puede percibir la humanidad, el calor, la comprensión, la armonía,

    y sentir que algo revive en él.

Cobijo para el que pasa 

    donde recibe las fuerzas para vivir,

    donde se vive el encuentro con los amigos,

    hermanos y hermanas alrededor de la mesa,

    donde se deja guiar por el Espíritu, 

    donde uno se siente acogido, esperado, amado.

Así hemos vivido estos últimos meses con alegría por la llegada de nuestras hermanas

de Costa de Marfil y de otras comunidades, para un tiempo de vacaciones, o por necesidades de salud:

ocasión para sentirnos en familia.

Alegría también por haber acogido durante dos semanas a nuestras hermanas de la Compasión y el encuentro con M. Santini,

delegado de la Tutela, para las tres Congregaciones; dos buenos  encuentros en Alianza! Y otras visitas...

Hogar que acoge a toda la humanidad

    a los pobres de nuestro mundo:

    niños y jóvenes heridos por la vida, la injusticia, la humillación

    mujeres que han conocido mil miserias, personas discapacitadas.

Casa donde María está siempre presente

    lugar de oración, fuente de vida y de alegría,

    donde acoge a sus Siervas que la festejan,

    tiempo de convivencia y de compartir con nuestras hermanas mayores.

Morada que acoge nuestra vulnerabilidad

    que magnifica nuestros humildes servicios,

    que bendice nuestra pequeñez.

Notre Dame du Refuge

    lugar apaciguador, pródiga naturaleza,

    tierra nutriente, fruto del esfuerzo, del trabajo,

    verde paisaje de pinos nacidos

    del coraje, la constancia y la fe.

Heredad a conservar con amor, a protegerlo

    con la colaboración de los voluntarios,

    con el amor y el coraje de los trabajadores. 

Hermanas María-Ángeles y María- Jesús, Siervas de María